Por John Geddie
TOKIO (Reuters) – Estados Unidos apoya los esfuerzos de Japón para entablar conversaciones con Corea del Norte y espera que cualquier diálogo busque resolver problemas que van desde la seguridad regional hasta los derechos humanos, dijo el enviado de Washington para temas de derechos humanos en Corea del Norte el miércoles.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo la semana pasada al parlamento que quiere celebrar una cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un y que personalmente está supervisando discusiones de alto nivel con Pyongyang.
La cadena japonesa Fuji TV informó el miércoles que Kishida está considerando visitar Corea del Sur el 20 de marzo para discutir temas relacionados con Corea del Norte antes de las elecciones legislativas surcoreanas en abril.
“No puedo hablar en nombre del gobierno japonés sobre cómo van esas conversaciones”, dijo Julie Turner, enviada especial de Estados Unidos para asuntos de derechos humanos en Corea del Norte, a los medios durante una visita a Tokio.
“Por parte de Estados Unidos, hemos dejado claro que estamos abiertos al diálogo con los norcoreanos sin condiciones previas, por lo que creo que eso también se aplicaría a nuestros aliados y socios cercanos”, dijo.
Turner dijo que cualquier diálogo debería buscar la resolución de problemas, incluyendo la seguridad regional, los derechos humanos, así como el retorno de ciudadanos japoneses secuestrados por Corea del Norte hace décadas, un foco clave para Tokio.
Otro funcionario estadounidense, que prefirió no ser identificado, dijo que Washington recibiría con agrado un compromiso de alto nivel entre Japón y Corea del Norte “a condición de que Japón resolviera cualquier problema previamente con Corea del Sur dada la sensibilidad”.
Estados Unidos ha trabajado arduamente para desarrollar una coordinación trilateral de políticas sobre Corea del Norte y otros asuntos de seguridad entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
Cinco secuestrados fueron devueltos a Japón después de una cumbre entre el ex primer ministro japonés Junichiro Koizumi y el entonces líder norcoreano Kim Jong-il en 2002. La pareja también se reunió en 2004, las últimas conversaciones cara a cara entre los países.
Las últimas conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte tuvieron lugar bajo el ex presidente Donald Trump. Fracasaron en 2019 y Estados Unidos ha intentado sin éxito reanudar el diálogo con Pyongyang.
“Volver a la mesa es la prioridad en este momento para que podamos empezar a trabajar en esos problemas”, dijo Turner.
Turner dijo que Estados Unidos, a través de su embajada en Beijing, también ha estado presionando a China para que no repatríe a los norcoreanos a Pyongyang donde probablemente enfrentarían persecución.
Según un grupo de derechos humanos con sede en Seúl, hasta 600 norcoreanos “desaparecieron” después de ser deportados por la fuerza por China en octubre, advirtiendo que podrían enfrentarse a prisión, tortura, violencia sexual y ejecución.
China “ha sostenido y sigue sosteniendo el argumento de que estos individuos son migrantes económicos”, dijo.
Dijo que Estados Unidos también está cada vez más preocupado por los nuevos grupos de trabajadores norcoreanos que son enviados al extranjero.
“Ciertamente tenemos preocupaciones sobre Rusia. Muchos siguen estando en China también”, dijo.
Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 2017 exigió que los países repatriaran a todos los trabajadores norcoreanos para diciembre de 2019, diciendo que su trabajo era explotado para obtener divisas extranjeras para los programas nucleares y de misiles balísticos prohibidos de Corea del Norte.