Después de solo 11 meses de acción, se ha ordenado a la fuerza del este de África establecida para frenar la violencia de las milicias en la República Democrática del Congo que abandone el país.
El gobierno congoleño dijo que no extendería el mandato de la Fuerza Regional de la Comunidad de África Oriental (EAC) después de meses de que Kinshasa se quejara sobre la falta de efectividad del grupo.
La decisión de no extender la estancia de las tropas llega mientras la violencia entre el grupo rebelde M23 y las milicias pro-gubernamentales estalla una vez más en la problemática región oriental de la RDC.
¿Cuál era el mandato de la tropa regional?
La Comunidad de África Oriental (EAC) -una unión de siete países- envió a sus tropas a la RDC el año pasado después de un resurgimiento de los enfrentamientos por parte del M23. La fuerza fue acordada poco después de que la RDC se uniera al club regional.
Formado hace más de 10 años, el M23 ha tomado grandes extensiones de territorio en el este, argumentando que lo hace para defender los intereses de los tutsis étnicos contra las milicias hutus que, según ellos, están respaldadas por el gobierno.
Burundi fue el primer país de los cuatro en enviar sus tropas a la RDC en agosto del año pasado, seguido de Kenia, Sudán del Sur y Uganda, siendo Kenia el comando general.
La Fuerza Regional de la EAC insiste en que su mandato es supervisar la retirada de los grupos armados de las áreas capturadas.
Sin embargo, el gobierno congoleño y las comunidades locales quieren que la fuerza se involucre en combates directos con grupos como el M23.
La fuerza se estableció para trabajar junto a las tropas de las Naciones Unidas que ya estaban en el país. La fuerza de paz de la ONU, conocida como Monusco, se ha vuelto cada vez más impopular por su incapacidad para poner fin al conflicto durante sus 25 años de despliegue. El presidente Félix Tshisekedi dijo que quería que Monusco se retirara del país en diciembre.
En un comunicado reciente, la EAC dijo que sus fuerzas se dedican a trabajar en estrecha colaboración con el gobierno para permitir el retorno seguro de las personas desplazadas a sus hogares y mejorar la protección general de los civiles.
Su mandato se ha extendido dos veces desde que comenzó la misión.
¿Por qué quiere la RDC que las tropas del este de África se vayan?
Los soldados de la EAC han recibido críticas repetidas por parte del gobierno congoleño y grupos de la sociedad civil durante todo su despliegue.
El presidente Tshisekedi se ha convertido en uno de los principales detractores de la fuerza. Se ha quejado sobre la “falta de efectividad” de la misión, emitiendo ultimátums para que actúen de forma más agresiva contra el M23 o abandonen el país.
El fracaso en poner fin al conflicto ha llevado a manifestaciones contra la fuerza de la EAC y Monusco. Una de esas protestas en septiembre resultó mortal, con más de 40 personas perdiendo la vida.
Según los medios locales, el ministro de Comunicaciones, Patrick Muyaya, dijo: “El mensaje es claro: la fuerza regional de la EAC debe abandonar la República Democrática del Congo antes del 8 de diciembre, como se acordó, porque no ha sido capaz de resolver el problema, especialmente el del M23”.
¿Qué ha logrado la fuerza de la EAC?
Desde su entrada en la RDC el año pasado, la fuerza de la EAC dice haber supervisado la retirada de las fuerzas armadas de varias áreas como Karuba, Mushaki, Kiloriwe y Kitchange.
Sin embargo, lograr una estabilidad completa ha sido un desafío. La fuerza ha enfrentado dificultades logísticas y operativas.
El martes, un ataque con mortero lanzado por rebeldes mató a un soldado keniano que estaba adjunto a la fuerza. Fue el primer miembro keniata de la fuerza en ser asesinado.
A principios de este mes, la EAC dijo que sus fuerzas habían enfrentado hostilidades debido a la propaganda perpetrada por los grupos armados.
¿Por qué se ha reanudado el enfrentamiento?
Docenas de grupos armados han plagado durante mucho tiempo la región oriental rica en minerales de la RDC.
Después de una precaria tregua de seis meses, los enfrentamientos se reanudaron este mes entre los rebeldes del M23 y las fuerzas pro-gubernamentales, conocidas como Wazalendo.
El gobierno de Kinshasa acusó al M23 de no desarmarse y de no respetar el alto el fuego. A su vez, el M23 culpó a las fuerzas pro-gubernamentales por la reanudación de la violencia.
El ejército de la RDC dijo que seguía respetando la tregua, pero los testigos lo disputan, diciendo que los soldados y los leales al gobierno han estado luchando juntos contra el M23.
Los civiles se han visto atrapados en la violencia renovada: la semana pasada al menos 60 personas murieron en ataques en el territorio de Rutshuru en Kivu del Norte, según un funcionario local.