Para muchas personas fuera de Gaza, la guerra atraviesa como una secuencia de titulares y muertes y las fotos de niños gritando, los desgarradores restos de la angustia de otra persona. Pero la verdadera escala de muerte y destrucción es imposible de comprender, los detalles borrosos y ocultos por los apagones de internet y teléfono celular que obstruyen la comunicación, las restricciones que prohíben a los periodistas internacionales y los desafíos extremos, a menudo amenazantes para la vida, de trabajar como periodista local en Gaza. Hay solo pequeños resquicios en lo oscuro, aperturas como los feeds de Instagram de los fotógrafos de Gaza y un pequeño número de testimonios que se filtran. Con cada semana que pasa, sin embargo, la luz disminuye a medida que aquellos que documentan la guerra se marchan, renuncian o mueren…
Read Less
“`html
Para muchas personas fuera de Gaza, la guerra atraviesa como una secuencia de titulares y muertes y las fotos de niños gritando, los desgarradores restos de la angustia de otra persona. Pero la verdadera escala de muerte y destrucción es imposible de comprender, los detalles borrosos y ocultos por los apagones de internet y teléfono celular que obstruyen la comunicación, las restricciones que prohíben a los periodistas internacionales y los desafíos extremos, a menudo amenazantes para la vida, de trabajar como periodista local en Gaza. Hay solo pequeños resquicios en lo oscuro, aperturas como los feeds de Instagram de los fotógrafos de Gaza y un pequeño número de testimonios que se filtran. Con cada semana que pasa, sin embargo, la luz disminuye a medida que aquellos que documentan la guerra se marchan, renuncian o mueren…
“`