El 29 de enero, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal superior de las Naciones Unidas, anunció que fallará sobre las objeciones preliminares de Rusia a la demanda de Ucrania por acusaciones falsas de genocidio el 2 de febrero.
Ucrania presentó un caso ante la CIJ en febrero de 2022, argumentando que Rusia violó el derecho internacional al usar reclamos falsos sobre actos de genocidio contra hablantes de ruso en las regiones de Donetsk y Luhansk para justificar su invasión a gran escala.
Kyiv “niega enfáticamente” que se haya producido algún acto de genocidio y tiene como objetivo “establecer que Rusia no tiene bases legales para actuar en y contra Ucrania con el propósito de prevenir y castigar cualquier supuesto genocidio”.
Rusia presentó objeciones a la demanda de Ucrania durante las audiencias en septiembre, argumentando que el tribunal con sede en La Haya no tiene la jurisdicción para escuchar el caso.
La CIJ decidirá sobre esas objeciones el 2 de febrero. Si el tribunal está de acuerdo en que la demanda puede avanzar, pueden pasar meses antes de que las audiencias se reanuden sobre los méritos del caso en sí.
Ucrania ha argumentado que las falsas acusaciones de genocidio de Rusia violan la Convención de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Más de 30 países se han unido a la demanda de Ucrania contra Rusia, la mayor cantidad que se ha unido a la demanda de otra nación en la historia del tribunal.
Desde el estallido de la guerra a gran escala de Rusia, la Asamblea Parlamentaria de la OTAN y los parlamentos de ocho países, incluida Ucrania, han reconocido los actos cometidos por las fuerzas invasoras rusas como genocidio.
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