Nicaragua libera al obispo católico encarcelado y a otros clérigos

Autoridades de Nicaragua anunciaron el domingo que habían liberado a 19 clérigos que habían estado detenidos y los entregaron al Vaticano, el desarrollo más reciente en la persecución a largo plazo del gobierno autocrático contra la Iglesia Católica Romana.

Entre los liberados estaba el obispo Rolando Álvarez, uno de los críticos más prominentes del gobierno en Nicaragua, quien fue condenado por traición y sentenciado a 26 años de prisión en febrero pasado. Otro obispo, Isidoro Mora, 15 sacerdotes y dos seminaristas también fueron liberados.

Silvio Báez, un obispo nicaragüense exiliado en Estados Unidos, celebró la noticia durante una misa el domingo en Miami, diciendo que “la dictadura criminal sandinista” del presidente Daniel Ortega “no ha podido conquistar el poder de Dios”.

La liberación se produjo después de que el Papa Francisco llamara la atención sobre los ataques a la iglesia en su discurso del Día de Año Nuevo, diciendo a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro que estaba “siguiendo con preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad”.

En un comunicado, el gobierno nicaragüense expresó su agradecimiento al Papa Francisco “por las coordinaciones muy respetuosas y discretas realizadas” para enviar a los 19 clérigos al Vaticano.

En los últimos años, el señor Ortega ha encarcelado o forzado al exilio a casi todos los líderes de la oposición y disidentes que han representado un desafío creíble para su gobierno. La campaña finalmente se volvió contra la Iglesia Católica Romana, cuyos líderes habían seguido denunciando los abusos del gobierno.

Martha Patricia Molina, una investigadora que ha rastreado los ataques a clérigos en Nicaragua, dijo que había documentado al menos 782 actos de agresión contra la Iglesia Católica desde 2018, incluyendo sacerdotes atados y agredidos físicamente por paramilitares.

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Vatican News informó el 1 de enero que al menos 14 sacerdotes, dos seminaristas y un obispo habían sido arrestados recientemente en Nicaragua. Muchas de las recientes detenciones ocurrieron después de que los sacerdotes oraron públicamente por el obispo Álvarez, dijo Molina.

En octubre, el gobierno nicaragüense envió al Vaticano a 12 clérigos que habían sido liberados recientemente de prisión.

Molina dijo que era una buena noticia que los clérigos hayan sido liberados, señalando que se ha documentado tortura en las cárceles nicaragüenses. Pero condenó al gobierno por obligar a los líderes religiosos a abandonar su propio país.

“En este grupo, hay muchos sacerdotes que son ancianos, y el exilio es una cosa muy dolorosa que tendrán que enfrentar”, dijo Molina.

El obispo Álvarez, arrestado en agosto de 2022, ganó notoriedad como un férreo crítico de Ortega en 2018, cuando una represión del gobierno contra manifestaciones en todo el país provocó la muerte de más de 300 personas. Usó el púlpito de la catedral de Matagalpa para exigir la liberación de presos políticos y justicia para las familias de los manifestantes que murieron a manos de la policía.

Alfonso Flores Bermúdez y Frances Robles contribuyeron a este reportaje.