Como periodista que ha vivido esta experiencia, entiendo la importancia de la conservación de la lengua Chaná y el legado de Blas Omar Jaime.
La lengua Chaná es una lengua a cuál, hasta hace poco, se la consideraba extinta. Él, junto con un lingüista, ha logrado compilar un diccionario de aproximadamente mil palabras de Chaná. Su labor no solo ha sido vital para la preservación de la lengua, sino que también ha inspirado a personas de ascendencia indígena en Argentina a conectarse con su historia ancestral. En un país con una historia de colonización y supresión indígena, el trabajo que Jaime está haciendo es de gran importancia para iniciar un proceso de reflexión sobre el legado colonial.
Jaime, en colaboración con su hija, está trabajando para que la lengua y las historias Chaná no se pierdan. Su hija, Evangelina Jaime, ha aprendido Chaná de su padre y ahora enseña la lengua a otros. Juntos, están desafiando el silencio impuesto sobre su herencia indígena y están proyectando un futuro vibrante para el idioma Chaná y su comunidad.
El descubrimiento de la existencia de las palabras Chaná por Blas Omar Jaime representa un hito cultural significativo en la lucha por preservar las lenguas indígenas. Su arduo trabajo y compromiso con la recuperación de la lengua Chaná representa un faro de esperanza para el resurgimiento de una cultura ancestral que, de lo contrario, habría quedado sepultada en el olvido.
Los recordatorios de que, como él, hay otras personas en otras latitudes manteniendo vivas sus culturas ancestrales es motivo de esperanza. La preservación de las lenguas indígenas es parte de la preservación de la identidad y del patrimonio cultural de un país.