Cómo el fútbol femenino abraza la salud mental

La forma más efectiva de lograrlo, sostiene Common Goal, es a través de los jugadores. Según la investigación de la organización, los jugadores tienden a no recurrir al apoyo de familiares o amigos fuera del fútbol, sino a buscar dentro de sí mismos, en sus compañeros de equipo. “Es una forma de reclamar poder”, dijo Barrett-O’Keefe. “Es una manera de decir, ‘puedo ayudarme a mí mismo y puedo ayudar a mis compañeros de equipo'”.

En el verano de 2022, Farrelly decidió regresar al juego. No estaba del todo segura de sentirse lista. Tenía miedo de varias cosas: que tal vez no fuese lo suficientemente buena, que tal vez decepcionara a sí misma, que tal vez decepcionara a otras personas. “Me siento cómoda siendo pequeña”, dijo. “Hay una parte de mi cerebro que está ahí para protegerme de ser herida”.

Sabía, sin embargo, que a los 33 años no tendría otra oportunidad, así que se arriesgó. Empezó a entrenar con el Gotham F.C. Impresionó lo suficiente como para recibir un contrato. Dentro de un año, estaría jugando en su primer Mundial.

No ha sido tan fácil como suena esa línea de tiempo. Farrelly dijo que nunca lamentó su decisión de regresar al fútbol, pero hubo momentos en los que estaba “llorando todos los días”, cuando no estaba segura de si podía ser lo que una vez fue, cuando los altibajos amenazaban con “abrumarla”.

Esta vez, sin embargo, la cultura había cambiado. En el Gotham, podía hablar. No solo con su psicólogo y su terapeuta somática, sino con otros jugadores. Podía hablar con sus compañeros de equipo sobre el hecho de que estaba usando un psicólogo. “Tuve que abrirme y ser vulnerable”, dijo. “A veces, eso significaba tener una resaca de vulnerabilidad, pero estoy agradecida por ello”.

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