NAIROBI, Kenia (AP) — Las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares de Sudán y sus aliados firmaron el domingo un pacto que abrió el camino para el establecimiento de un gobierno paralelo, mientras que el ejército de Sudán ha avanzado recientemente contra los grupos rivales.
La ceremonia de firma se realizó a puerta cerrada en la capital de Kenia, Nairobi, después de una reunión altamente publicitada la semana pasada en un edificio propiedad del gobierno keniano, que fue condenada por el Ministerio de Relaciones Exteriores en Jartum.
Los firmantes dijeron que establecerían un gobierno de “paz y unidad” a pesar de las preocupaciones de los grupos de derechos humanos y la comunidad internacional, que han acusado a las Fuerzas de Apoyo Rápido de cometer atrocidades y genocidio desde que comenzaron a luchar contra el ejército de Sudán en abril de 2023.
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La guerra en Sudán ha cobrado la vida de más de 24,000 personas y ha desplazado a más de 14 millones de personas — aproximadamente el 30% de la población — de sus hogares, según las Naciones Unidas. Se estima que 3.2 millones de sudaneses han escapado a países vecinos.
La ONU afirmó la semana pasada que a lo largo de 2024, su oficina de derechos humanos documentó más de 4,200 asesinatos de civiles, añadiendo que el número total probablemente sea mucho mayor.
El ejército de Sudán ha tomado la delantera en el conflicto a medida que las Fuerzas de Apoyo Rápido sufrieron varios golpes, incluida la pérdida del control de la ciudad de Wad Medani, la capital de la provincia de Gezira, y otras áreas en la provincia. El ejército sudanés también recuperó el control de la refinería de petróleo más grande del país.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido parecen haber perdido el control de la zona de Gran Jartum y de las ciudades de Omdurman y Jartum Bahri.