Al menos nueve personas fueron encontradas muertas en Australia después de que las tormentas e inundaciones en la parte oriental del país provocaron cortes de energía y daños en la infraestructura durante la temporada navideña, informaron las autoridades.
El clima extremo de esta semana ha afectado principalmente a personas en los estados orientales de Queensland y Victoria. Incluso cuando la lluvia disminuyó el miércoles, las operaciones de búsqueda y rescate continuaron en áreas inundadas, y las cuadrillas de energía intentaban restablecer la electricidad a decenas de miles de hogares.
“Mientras muchos australianos disfrutan de sus merecidas vacaciones, nuestros servicios esenciales y personal de emergencia están trabajando turnos agotadores para mantener las luces encendidas y mantenernos a salvo”, dijo el primer ministro Anthony Albanese en las redes sociales.
Esto es lo que sabemos.
Queensland fue la más afectada.
Hace dos semanas, una tormenta que azotó la ciudad costera de Brisbane, la capital del estado de Queensland, dejó al menos una persona muerta. Pero el clima extremo de esta semana, con más de tres pulgadas de lluvia cayendo en partes de Queensland durante un período de 24 horas que terminó el miércoles por la mañana, fue aún más mortal.
Las autoridades de Queensland han relacionado al menos siete muertes con las tormentas, incluida una mujer fallecida por la caída de un árbol en Gold Coast el lunes y tres hombres cuyos cuerpos fueron encontrados después de que un barco a motor con 11 personas volcara el martes en Moreton Bay, cerca de Brisbane. (Las otras ocho personas fueron rescatadas.)
Los trabajadores de emergencia también encontraron los cuerpos de dos mujeres durante una operación de búsqueda en un río inundado al norte de Brisbane, así como el cuerpo de una niña de nueve años que había desaparecido durante una inundación en un suburbio al sur de la ciudad, dijeron la policía el miércoles.
Más de 60,000 clientes de electricidad aún estaban sin energía en el sureste de Queensland el miércoles, según la compañía de servicios públicos Energex. Y en Gold Coast, una ciudad al sur de Brisbane, el alcalde dijo que la fuerte lluvia y los fuertes vientos habían dañado cerca de 1,400 hogares, derribado árboles y líneas eléctricas y interrumpido el suministro de agua.
El sistema climático que causó las tormentas en Queensland, un estado que abarca más de una quinta parte de Australia, se despejó el miércoles por la noche. Pero se esperaban condiciones de ola de calor en algunas áreas del jueves y viernes, junto con otra posible ronda de tormentas eléctricas durante el fin de semana.
Victoria también sintió impactos.
Las tormentas de esta semana también causaron daños y muerte en el estado sureste de Victoria, que incluye Melbourne.
Dos personas murieron cuando un camping a unas 200 millas al este de Melbourne se inundó el martes, reportaron los medios de comunicación locales. La policía confirmó una de las muertes, diciendo que varios vehículos en la zona del camping estaban bajo el agua cuando llegaron los trabajadores de emergencia.
Por separado, una mujer y su perro fueron rescatados el martes después de ser arrastrados río abajo en un río que corre cerca de Melbourne. Ninguno resultó gravemente herido.
Varios avisos y alertas de inundaciones seguían vigentes en Victoria hasta altas horas de la noche del miércoles, incluso cuando la lluvia en la zona disminuyó, según el Buró de Meteorología de Australia.
¿Cómo está conectado esto con el cambio climático?
No todos los eventos climáticos extremos se pueden atribuir inmediatamente al calentamiento global, pero los científicos han advertido repetidamente que el calentamiento del planeta traerá más calor, incendios forestales, sequías y lluvias intensas, entre otras cosas. Un riesgo adicional en estos días es que El Niño, un patrón climático natural que puede manifestarse durante varios años, agravará aún más los fenómenos climáticos extremos en todo el mundo.
Australia ya ha enfrentado eventos climáticos extremos en los últimos meses, incluyendo un otoño temprano muy seco, un noviembre más húmedo de lo normal y un ciclón tropical que llegó temprano en diciembre.
Ahora, a medida que comienza el verano en el Hemisferio Sur, Australia se adentra en la temporada de incendios forestales . Los expertos dicen que podría ser la peor para el país desde los mortales incendios de 2019 y 2020, que mataron a cientos de personas y dejaron decenas de miles de acres carbonizados.