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Los informes a finales de enero de que Apple había terminado un proyecto para construir gafas de realidad aumentada que se conectarían a Mac fueron recibidos con una gran decepción y escepticismo generalizados. Aquí en Macworld, argumentamos que la empresa había cancelado el proyecto equivocado de Vision Pro, mientras que muchos expertos cuestionaron su apetito por la lucha en lo que podría ser un mercado importante en el futuro.
Según el respetado reportero de Bloomberg Mark Gurman, sin embargo, Apple no ha renunciado al mercado de la RA. Aún quiere lanzar un par de gafas de AR independientes en algún momento, escribe en la última edición de su boletín Power On, pero ha sido quemado por la falta de éxito de Vision Pro y quiere evitar otro fracaso a corto plazo.
“Parece que el nuevo jefe del Grupo de Productos de Visión de Apple, John Ternus, no quiere otro fracaso en sus manos”, escribe Gurman. Esa es una opinión ligeramente controvertida, dado que Apple siempre ha actuado como si Vision Pro hubiera hecho exactamente lo que se suponía que debía hacer: ofrecer un vistazo al futuro sin que se esperara vender en grandes cantidades. Pero podemos estar absolutamente seguros de que no se vendió en grandes cantidades.
Esa “falla” puede ser el motivo detrás de esta última cancelación, pero la intención todavía está presente. “Me dicen que el objetivo a largo plazo de Apple de lanzar gafas de AR independientes sigue intacto”, añade Gurman, “y la empresa seguirá trabajando en tecnología subyacente—como pantallas y silicio—para ayudar a que un dispositivo de este tipo sea más factible”.
El proyecto cancelado el mes pasado, de todos modos, era más un recurso temporal que una secuela adecuada de Vision Pro. Habría replicado una de las funciones más populares de Vision Pro (la capacidad de reproducir lo que actualmente se muestra en la pantalla de una Mac en un entorno virtual íntimo) en un producto más delgado y asequible. Pero no habría ofrecido todas las funciones esperadas en un futuro en las ampliamente esperadas gafas independientes de la compañía.
Mientras que Vision Pro está fundamentalmente limitado en su atractivo para los consumidores ocasionales por su volumen y costo (como, muy probablemente, lo estarán cualquier secuela del producto a corto o medio plazo), las gafas representan un intento de llegar al público en general. Aún no está claro qué eventualmente tomará el lugar del smartphone como el producto tecnológico dominante en la sociedad, pero podemos estar bastante seguros de que no será algo que se parezca a Vision Pro. ¿Pares de gafas discretos, alimentándonos información discretamente mientras llevamos a cabo nuestras actividades diarias? Eso tiene una oportunidad.
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