Rwanda ve el ejército de Burundi como otra amenaza de seguridad en el este de la República Democrática del Congo. La nación que limita con Ruanda y la RDC ha tenido miles de soldados allí durante años. Fueron a cazar a los rebeldes burundeses pero ahora están apoyando al ejército de Kinshasa en batallas contra el M23. Las relaciones entre Ruanda y Burundi son hostiles. Los dos países tienen una composición étnica similar pero a diferencia de Ruanda, los hutus en su mayoría están en el poder en Burundi. Ambos países se han acusado mutuamente de intentar derrocar a sus respectivos gobiernos. El presidente de Burundi, Evariste Ndayishimiye, ha publicado una advertencia contundente en las redes sociales. “Si Ruanda continúa haciendo conquistas”, escribió, “sé que la guerra incluso llegará a Burundi… Un día quiere venir a Burundi – no vamos a aceptar eso. La guerra se extenderá”. La amenaza aumentaría si el M23 continúa avanzando desde Goma hacia la provincia de Kivu del Sur, más cerca de la frontera de Burundi, donde están estacionadas sus fuerzas. “Lo que está buscando Burundi aquí es la supervivencia del régimen”, dijo el Sr. Stearns. “Burundi teme que si las tropas ruandesas… extienden su influencia hacia Kivu del Sur, eso podría desestabilizar el gobierno en Bujumbura. Lo que está en juego aquí es detener esta rebelión antes de que llegue demasiado cerca de casa”. Algunos temen una repetición de las dos guerras que asolaron la región a finales de la década de 1990, que involucraron a nueve países diferentes y supuestamente llevaron a la muerte de millones de personas. Esta vez, los enfrentamientos directos entre los dos ejércitos podrían extender el conflicto de la RDC más allá de sus fronteras.
