9 a.m. Descubre la historia de Sudáfrica
El Castillo de Buena Esperanza fue construido como un fuerte a partir de 1666 por los colonos de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. Ahora es el edificio colonial más antiguo de Sudáfrica. Ha tenido muchos propósitos a lo largo de los años, incluyendo ser una base militar, un puerto de esclavos y la sede del gobierno. Hoy en día, el castillo alberga nueve mini-museos que cuentan la historia de las diversas personas que dieron forma al Cabo y a la nación. El Museo del Patrimonio del Cabo fue creado por Igshaan Higgins, un abogado de derechos humanos, durante la pandemia. Con artefactos que el Sr. Higgins reunió durante 25 años, el museo cuenta las historias del colonialismo de los colonos y de los diversos grupos que lucharon contra esa opresión, incluyendo a los pueblos indígenas Khoi y San, los musulmanes del Cabo y los xhosas. El castillo también alberga la Colección William Fehr, una recopilación de pinturas al óleo y arte decorativo creados por colonos que reflexionan sobre temas como la esclavitud y las guerras de desposesión.
10:30 a.m. Viaje bajo tierra
Desconéctate del ruido con un viaje subterráneo. En Earthbox, que abrió el año pasado como una exposición de arte inmersiva en la Finca Vinícola Lourensford en el suburbio de Somerset West, los visitantes entran en una especie de búnker tallado en el suelo. Las altas paredes de tierra, la iluminación ambiental cambiante y la tranquila banda sonora ofrecen una oportunidad perfecta para relajarse, meditar o simplemente dejar volar tu mente. Los boletos van desde 170 rand a 250 rand. Por 50 rand adicionales, puedes adquirir una guía de audio – hay una para meditación y otra que enseña sobre las antiguas rocas y sedimentos que te rodean. Earthbox organiza conciertos de música regulares y cenas privadas con chefs locales de alta gama. Después de tu visita, puedes recorrer la finca vinícola, que incluye restaurantes, una sala de degustación de vinos y un mercado con música en vivo, puestos de comida y vendedores de artesanías.
12 p.m. Almuerzo en el país del vino
Sumérgete en la serenidad del país del vino en Hari Kitchen, en la Finca Vinícola Topiary, con una de las mejores comidas en el Valle de Franschhoek. El chef y propietario Munashe Kwaramba no asistió a una escuela culinaria, pero aprendió su estilo de cocina afro-fusión observando a chefs de alta gama y cocinando con su abuela en Zimbabwe. Otra opción justo en la misma calle es Klein Goederust, la primera bodega completamente de propiedad negra en Franschhoek. Los fines de semana, puedes combinar una cata de vinos con un buffet de Cape Malay (495 rand por persona) donde destaca el cordero asado en espetón. O en la pintoresca calle principal de Franschhoek, entra en el Restaurante y Bar Reuben’s, donde el chef y propietario Reuben Riffel sirve platos refinados como cordero con especias dukkah y pescado en escabeche inspirados en las tradiciones culinarias de las familias de color como la suya.